Esta vez la revolución que barra con la tiranía de turno en Cuba será en las calles.
No será una de tipos duros ni barbudos, pero de mujeres clamando una vida digna para ellas y sus familias.
Por un lado el viejo régimen está en ruinas, pero con su capacidad de reprimir intacta, en el otro extremo los millones de cubanos hundidos en la miseria sin esperanzas que es vivir bajo el comunismo están perdiendo el miedo; así es casi inevitable que se produzca un incidente público en donde las autoridades pierdan el control y masacren a civiles.
Unos pocos meses atrás, en la esquina de Monte y Belascoaín conocida como Cuatro Caminos, La Habana; unas mujeres protestaron y el público las apoyó y tildó de esbirros a los policías y segurosos que las apresaron.
La más reciente protesta sucedió ayer, en el parque de La Fraternidad, protagonizada por dos mujeres (creo que una de ellas participó también en lo de Cuatro Caminos) reclamando libertad y comida; y esta vez también parte del público acarnerado se sacudió inercia y cobardía, y en un rapto de breve decencia coreó la tan temida palabra LIBERTAD.
En el vídeo se ve a muchos filmando con sus teléfonos, y también a alguien mencionando al Canal 41 (de Miami); la gente ya conoce y está usando el poder de las plataformas digitales y la Internet, pero el hecho no necesitó de milagros tecnológicos para producirse: a esas dos mujeres les bastó pintar un mensaje en una sábana, y tener el valor de salir a arrebatarle el monopolio de las calles al tirano.
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