martes, 11 de mayo de 2010

Tele-Ñ

Tele-Ñ es la más mejor

  Tele-Ñ, la televisión en español que disfrutamos en Texas, es una (la única) desde donde el placer y la sabiduría se vierten en nuestros hogares a diario.
Unos 30 y tantos años atrás, allá por los 80’s, en mi isla natal llegaron las primeras olas de este tsunami cultural que es la televisión de estos lares.
Los primeros efectos se notaron en el enriquecimiento acelerado del lenguaje: Los vendedores ambulantes, se convirtieron en merolicos, las goticas en gotitas (de gente), las paticas en patitas, y las put… en jineteras.
Nunca imaginé en aquellos tiempos de ávido aprendizaje, que escaparía de la ignorancia, y viajaría a la fuente del conocimiento: a Texas y su Tele-Ñ.

La programación televisiva local es rica y variada, instructiva e interesante.
Un día-TV típico esclarece tus neuronas con 999 telenovelas parecidas e interminables; donde todos los personajes son bellísimos y acaudalados, y hay uno malo, malísimo, y la muchacha protagonista es (y está) buenísima; pero es la única muerta-de-hambre, que al final se casa con el muchacho rico, o hereda los millones de su padre (que la abandonó cuando niña, y ahora es el malvado del pueblo, pero ella no lo conocía), y todos felices, después de 3877 capítulos.
Entre novela y novela, entran diversos programas; como los concursos que es donde uno aprende que el Río Grande corre entre México y Texas, y es el más largo y caudaloso del mundo; del cereal súper-anticolesterol… ¡Ah y los horóscopos, tan necesarios para sobrevivir en este presente eco-apocalíptico y esquivar las profecías de Nostradamus Pérez!
¿Y los espacios deportivos?.. Esos 68 000 partidos de fútbol semanales, con sus chamacotas en pantaloncitos calientes, guiñándote sus ojitos picarones (¿o dormilones?) y ofreciéndote una lata de cerveza que te hará sentir como un rey… ¡Órale manito, pura vida!
Y la rica cultura autóctona brota de las pantallas cada fin de semana en cada semana, durante todo el año, todos los años: los musicales, cuajados de narco-corridos, macho-corridos y otras joyas de la música norteña; amenizados por tipos comiquísimos que se fajan a pastelazos.
Pero nada supera a los noticieros (noticiarios), unos 3 diarios por canal y con las mismas e interesantísimas noticias.
El noticiero es el espacio de la familia; ahí si no hay aquello de que los novelones son cosa de comadres, el fútbol para los vatos y los corridos para los chamaquitos; no señor, el noticiero es para todos (incluyendo al inevitable perrito chihuahua).
Ahí te enteras que en Guanajuato hay una tortuguita con 2 cabezas, en San Luis de los Sombrerotes vive un gallo-gallina, y que a una humilde familia se le quemó la casa, pero milagrosamente, sobre la única pared que quedó en pie, apareció la imagen ahumada de nuestra Sagrada Patrona (¿o matrona?).
¡Suerte que tienen algunos!
Pero los Ñoticieros no son solo de ñoticias; también son espacios de reafirmación cultural e ideológica, donde nos enteramos con gozo que todos los inmigrantes somos gente buena y trabajadora, y los gringos son unos racistas explotadores que nos quitaron esta tierra.
¿Qué sería de Texas sin nosotros los inmigrantes?
¿Qué sería de nosotros sin Tele-Ñ?
¡No pierdan el tiempo, agarren el control remoto, prendan sus televisores y opriman el botón verde, blanco y rojo; ese, el grandotote como un medallón y con una Ñ grabada en oro de 18 kilates! 
¡Disfruten y aprendan con Tele-Ñ!


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1 comentario:

  1. Siempre me había preguntado el origen de merolico, gracias por la aclaración.
    volveré
    saludos
    janet.

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